Autoría: Ana Pilar Giménez


2 de abril de 2024

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Los llamados «periodos sensibles» son períodos en los cuales el cerebro del niño está especialmente receptivo para adquirir habilidades específicas. Desde el nacimiento hasta los seis años, el cerebro infantil se enfrenta a un desafío importante, siendo la etapa donde experimentará una mayor exigencia.

Educación Preventiva: El Papel fundamental del docente en Educación Infantil

En este contexto, el papel del docente en Educación Infantil es fundamental. La labor preventiva que desempeña implica una serie de acciones clave:

  • Conocimiento: Es vital conocer y comprender los periodos sensibles y estar alerta a las necesidades de cada niño.
  • Observación: Observar detenidamente el desarrollo de los niños para identificar cualquier signo de alerta.
  • Trabajo: Trabajar activamente en estimular y potenciar el aprendizaje durante estos periodos sensibles.
  • Información a las familias: Mantener a las familias informadas sobre la importancia de estos periodos y cómo pueden contribuir en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
  • Evaluación del proceso: Evaluar constantemente el progreso de los niños durante estos periodos sensibles. 
  • Posible coordinación con otros profesionales: En casos donde se identifiquen necesidades especiales, coordinar con otros profesionales para brindar la atención adecuada. 

Ventanas de Aprendizaje: Momentos innatos e irrepetibles

Durante estos períodos sensibles, los niños aprenden de manera natural y entusiasta. Son momentos únicos en los que el cerebro infantil se encuentra altamente receptivo al aprendizaje, gracias a la formación de conexiones neuronales que facilitan el proceso. La plasticidad neuronal en la primera infancia es extraordinaria, lo que subraya la importancia crucial de la estimulación adecuada. Si en este periodo se cierra sin la suficiente estimulación, el niño tendrá dificultades para adquirir las habilidades necesarias en su desarrollo.

Principales períodos sensibles y su importancia

  • El Movimiento: Desde antes del nacimiento, el niño experimenta un desarrollo motor que va desde lo involuntario hasta lo voluntario, siendo este un pilar fundamental en su desarrollo intelectual.
  • El lenguaje: Desde los primeros llantos hasta la etapa de lectoescritura, el desarrollo del lenguaje oral es crucial. Proporcionar un modelo claro y variado de lenguaje es esencial para su desarrollo lingüístico.
  • El orden: La sensibilidad por el orden se abre durante el primer año de vida y se mantiene hasta los tres años aproximadamente. Un ambiente ordenado y estable es fundamental para que el niño asimile y desarrolle un sentido de orden interno.
  • Habilidades sociales: Desde las primeras sonrisas hasta las interacciones con sus pares, el niño desarrolla habilidades sociales que son esenciales para su convivencia y desarrollo emocional.

El juego como herramienta clave

En este viaje de descubrimiento y aprendizaje, el juego tiene un papel fundamental. A través del juego, los niños no sólo desarrollan habilidades sociales, sino que también internalizan normas sociales y valores fundamentales para la convivencia. Es en este espacio lúdico donde los niños exploran, aprenden y crecen, haciendo de cada período sensible una ventana al desarrollo integral de la persona.

Autora: Ana Pilar Giménez Carcas. Directora de Educación Infantil Carabanchel.

Autoría: Ana Pilar Giménez


14 de marzo de 2024

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Es un momento clave y muchas veces desafiante pero con paciencia y comprensión podemos ayudar a nuestros pequeños a dar este paso con confianza y éxito.

  1. Reconocer las señales: Es fundamental observar las señales que indican que nuestro hijo está listo para comenzar el proceso de retirada del pañal. Una señal común es cuando pasa mucho tiempo con el pañal seco. Aprovecha estos momentos para sentarlo en el orinal y fomentar esa asociación entre la sensación de tener que hacer pis y el acto de utilizar el baño.
  2. Establecer una rutina: Marcar momentos fijos durante el día para ir al baño puede ayudar a establecer una rutina que facilite el proceso. Esto ayuda a que tu hijo se acostumbre a la idea de usar el baño regularmente.
  3. Celebrar los pequeños logros: Durante las primeras semanas, el objetivo principal es evitar que el niño haga pis o caca en el pañal y fomentar que lo haga en el orinal. Celebra cada éxito y reconoce los esfuerzos de tu hijo.
  4. Reforzar los logros: Cuando tu hijo use el orinal con éxito, ya sea para hacer pis o caca, asegúrate de elogiarlo y felicitarlo. Esto refuerza el comportamiento deseado y le motiva a seguir usando el orinal. 
  5. Crear un ambiente relajado: Deja algún cuento o juguete cerca del orinal para que tu hijo se sienta relajado y cómodo mientras está sentado en él. Esto puede ayudar a hacer del momento del baño una experiencia positiva y agradable.
  6. Anticipar las necesidades: Antes de salir de casa o de realizar alguna actividad, siéntalo en el orinal para evitar que haga pis en el pañal mientras estén fuera. Esto también ayuda a establecer la asociación entre el uso del baño y ciertas situaciones.
  7. Pasar a la retirada del pañal: Cuando observes que tu hijo tiene el pañal seco con regularidad y utiliza el orinal con éxito, es hora de considerar la retirada del pañal. Este es un paso emocionante y significa que tu hijo está progresando en su camino hacia la independencia.
  8. Evitar regañarle: Es importante recordar que los accidentes son parte natural del proceso de aprendizaje. Si tu hijo tiene algún escape, evita regañarlo. En cambio, dale apoyo y aliento, y recuérdale que está bien cometer errores mientras aprenden algo nuevo.
  9. Involucra a tu hijo: Cuando haya algún escape, involucra a tu hijo en el proceso de cambio de ropa. Permítele que participe recogiendo su propia ropa y ayudándote en el cambio. Esto fomenta su sentido de responsabilidad y autonomía.

En conclusión, el proceso de retirada del pañal es un hito importante en el desarrollo de los hijos. Con paciencia, comprensión y una actitud positiva, podemos ayudar a nuestros pequeños a superar esta etapa con éxito y confianza. Recuerda que cada niño es único y crece y aprende a su propio ritmo. 

Autora: Ana Pilar Giménez Carcas. Directora de Educación Infantil Carabanchel.

Autoría: Ana Pilar Giménez


6 de marzo de 2024

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Facilitar un entorno propicio para su crecimiento es la clave para encontrar avances significativos.

La autonomía infantil tiene varias finalidades: enseñar a los pequeños a realizar tareas cotidianas y asumir normas y respetarlas. Todo esto contribuirá a la adquisición de habilidades y actitudes que permitirán en un futuro próximo desenvolverse de manera independiente y responsable en cada etapa y circunstancia de su vida y ganar en seguridad.

A continuación se detallan algunas claves y objetivos para ayudar a los más pequeños a crecer en autonomía y qué ámbitos tenemos para trabajarlo: 

3 Claves para conseguir la autonomía: 

  • La Mirada: Observando al niño cada día, sus progresos y avances. La observación diaria del niño implica prestar atención a sus acciones, reacciones y logros. Esto permite a los adultos entender mejor sus necesidades, intereses y habilidades en desarrollo. Al dedicar tiempo a observar, se pueden identificar oportunidades para apoyar y estimular el crecimiento del niño de manera más efectiva. La frase «Si confías, te sorprenderás cada día» resalta la importancia de confiar en el proceso de desarrollo del niño, reconociendo que cada día puede traer nuevas habilidades y descubrimientos.
  • El Vínculo: Es la llave de la autonomía. Establecer un vínculo sólido con el niño es esencial para su desarrollo emocional y social. Un apego seguro proporciona la base para que el niño explore el mundo de manera autónoma, sabiendo que tiene un punto de apoyo emocional. El diálogo abierto y la comunicación efectiva fortalecen el vínculo. Escuchar activamente, expresar empatía y estar presentes emocionalmente contribuyen a la construcción de una relación segura y positiva. Reforzar positivamente las interacciones fomenta la confianza y la autoestima del niño, permitiéndole desarrollar una sensación de competencia y autonomía.
  • El Tempo de la Infancia: Debemos frenar nuestra velocidad como adultos. Reconocer el «tempo» o ritmo propio de la infancia implica comprender y respetar el proceso de desarrollo individual de cada niño. No todos alcanzan hitos al mismo tiempo ni de la misma manera. Frenar la velocidad como adultos implica ser pacientes y permitir que el niño explore, aprenda y crezca a su propio ritmo. Evitar comparaciones innecesarias con otros niños es esencial para cultivar un ambiente de aceptación y respeto hacia las diferencias individuales. En resumen, la mirada atenta, la construcción de vínculos afectivos y la consideración del ritmo individual de cada niño son elementos clave para apoyar un desarrollo infantil saludable y fomentar la autonomía.

Objetivos a conseguir

  • Aprender a comer solos. Beber agua solos.
  • Ir a su casillero a por su babero y después de comer guardarlo.
  • No derramar el agua.
  • Respetar las normas de la mesa.
  • Saber esperar y no impacientarse en la hora de la comida.
  • Lavar las manos solos.
  • Control esfínteres.
  • Recoger los juguetes.
  • Cuidar de su higiene.
  • Poner y quitar el babi solos.
  • Vestirse y desvestirse (con ayuda)
  • Dejar mi mochila en mi casillero
  • Cuidar el ambiente y el orden del aula.
  • Tumbarse en la cama y relajarse para conciliar el sueño.
  • Respetar el sueño de los compañeros.
  • Identificar mi cama con mi símbolo o nombre.

Ámbitos para crecer en autonomía

La autonomía en la alimentación

  • Establecer un horario de alimentación.
  • Ambiente: Lugar tranquilo. Siempre el mismo lugar.
  • Utilizar utensilios (cuchara y tenedor)
  • Lavarse las manos solos. Ponerse o quitar el babero solos. Ayudar a poner/quitar la mesa. (Con supervisión)

La autonomía en la higiene y en el orden

  • Lavado de manos
  • Higiene dental
  • Vestirse y desvestirse
  • Control de esfínteres: Importante que el niño esté preparado física y cognitivamente.

La autonomía en la actividad y el descanso

  • Descanso: Horario fijo de descanso nocturno y siesta. Establecer rituales relajantes previos al sueño (baño-música tranquila/cuento/objeto afectivo-cerrar ojos-

sueño)

  • Actividad: Es fundamental para un buen desarrollo físico y psicológico. Dejar que jueguen y experimenten.

¿Cómo podemos ayudarles los mayores?

  • Poniendo límites.
  • Ambiente preparado.
  • Establecer rutinas fijas.
  • Refuerzo positivo.
  • Dándole pequeñas responsabilidades.

El trabajo en la adquisición de estos hábitos favorecerá en el desarrollo de la personalidad y en la capacidad de decisión así como un la consolidación de personas maduras con disciplina y afán de superación.

Título: «Tu hijo de 1 a 3 años»

Autor: Blanca Jordán de Urríes

Editorial: Palabra

Sinopsis: Con este libro tienes la oportunidad de iniciar correctamente la educación de tus pequeños, que necesitan tanto tu atención. A lo largo de su lectura, vas a encontrar experiencias de padres y madres que han iniciado la difícil pero maravillosa tarea de educar. Cargado de anécdotas llenas de humor y de consejos prácticos, puede ayudarte a encauzar debidamente su vida.

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Título: «Educar en positivo»

Autor: Eduardo Corominas

Editorial: Palabra

 

Sinopsis: Su objetivo principal es ayudar a los padres a educar a sus hijos de la forma más eficaz, profundizando en las características propias de la educación preventiva, de la educación en Valores y de la educación para ser líder

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Título: «Atrévete con su infancia»

Autor: Maite Vallet

Editorial: Pie de página

Sinopsis: Si quieres dar pasos seguros, resolver dudas y disfrutar a tus hijos, siendo una persona no autoritaria ni permisiva, ¡este es el libro que necesitas!. Imprescindible para padres y educadores de la etapa infantil.

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Autora: Ana Pilar Giménez. Directora Educación Infantil. Colegio Arenales Carabanchel