Educar en valores a través de la comida familiar

Una comida al día con toda la familia puede tener muchas ventajas, principalmente cuando en la familia hay hijos pequeños y adolescentes.

Autoría: Claudia Creixems Chas


17 de abril de 2024

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La comida usualmente nos produce relajamiento y satisfacción, así como también cumple una de las necesidades básicas del hombre. Es por ello que, al comer todos juntos, es más fácil que se obtenga un tiempo de calidad. Al tener ese momento concreto al día en el cual toda la familia está reunida, nos proporciona un espacio de recogimiento y dedicación en el cual todos los integrantes pueden participar y escucharse unos a otros. 

Comer en familia, a su vez, enseña a los niños a: 

  • Mantener una conversación y les suministra la mayor parte de su vocabulario. 
  • Asimilar la historia y los valores de la familia y aplicar esos valores a su vida cotidiana y a los problemas y oportunidades que encontrarán más adelante.
  • Convertir esos valores en virtudes alrededor del acontecimiento en concreto: 
    • Pedir por favor. 
    • Agradecer. 
    • Colaborar en las tareas domésticas 
    • Esperar el turno para hablar.
    • Ayudar en la preparación de platos sencillos (por ejemplo, ensaladas), poner la mesa, recoger los platos, fregar o sacar la basura.
    • Estar atento a las necesidades de los demás
    • Levantar el ánimo con una anécdota divertida, generosidad para dejar a otro la mejor porción de postre. 
  • Aprender y practicar las buenas formas en la mesa. Una comida que reúne a la familia entera –y que no es saboteada por la televisión o el teléfono– es el entorno ideal para aprender a comportarse. Desde pequeños, verán el ejemplo de sus padres y adquirirán buenas maneras. Comer juntos no es todo cuando se trata de intimidad familiar y del bienestar de los pequeños; pero sin duda es una parte y, como Weinstein sugiere, la parte más factible.

Muchas veces a los niños les cuesta hablar de su día a día, pero no tenemos que limitarnos a eso para poder tener una conversación con ellos.

A continuación, os dejamos una serie de preguntas divertidas que os ayudarán a pasar un buen rato con vuestros hijos y a conocerlos mejor: 

  • Si tus juguetes pudiesen hablar, ¿Qué crees que dirían?
  • Si del cielo lloviera comida, ¿Qué tipo de comida te gustaría?
  • Si nuestra familia viviese en un zoológico, ¿Qué animal sería cada uno?
  • ¿Qué es lo mejor que te ha pasado en el cole?
  • Si te pudieras convertir un día en un animal, ¿Cuál serías y por qué?
  • Si pudieses convertirte en un personaje de tus cuentos, ¿Cuál de todos ellos te gustaría ser?
  • Si tuvieras un dragón como mascota, ¿Cómo lo llamarías?
  • Si pudieses abrir una tienda, ¿Qué venderías?
  • Si te encontraras una lámpara de un genio mágico, ¿Cuáles serían tus tres deseos?
  • ¿Qué es lo que más te hace reír en el mundo?
  • ¿Qué cosa nos prepararías para cenar hoy si pudieses?
  • Si estuvieras atrapado en una isla desierta, ¿Qué tres cosas te gustaría tener?
  • ¿Cuál es tu día favorito de la semana?
  • Si pudieras ser cualquier personaje de Disney, ¿Cuál serías?
  • ¿Cómo organizarías la mejor fiesta del mundo?
  • Si pudieras inventar un nuevo sabor de helado, ¿Cuál sería?
  • ¿Qué harías si te encogieran al tamaño de una hormiga?

La familia buscará ayudar a los más pequeños a moverse libremente por un universo de valores para que aprenda a conocer, querer, e inclinarse por todo aquello que sea noble, justo y valioso. Se encargará de educar moralmente porque son los valores los que enseñan al individuo a comprometerse como hombre, establecer una jerarquía entre las cosas, y llegar a la convicción de lo que de verdad importa.

Autora: Claudia Creixems. Colegio Maria Teresa

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